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"DE IMPORTANCIA IMPULSAR LA PROFESIONALIZACIÓN DE PARTERAS": DIPUTADO OMAR BAZÁN



CHIHUAHUA, CHIH. - La incorporación del modelo de partería a los sistemas de salud de Chihuahua tiene importantes beneficios para las mujeres y contribuye a mejorar su salud.

El hecho de que se profesionalice a parteras garantizaría el trato digno, respetuoso, seguro y humanizado para las mujeres.

También viene siendo un modelo de prevención de la violencia obstétrica, que es una práctica tendiente a ofender a la mujer en el parto no se ha erradicado del todo y se sigue presentando en hospitales, más común mente de lo que se denuncia.

Según las estadísticas las parteras salvan vidas, podrían evitar aproximadamente dos tercios de todas las muertes maternas y neonatales.

De hecho con las competencias adecuadas y con el apoyo del sistema de salud podrían prestar el 87% de los servicios esenciales de salud sexual, reproductiva, materna y neonatal.

Para esto surge la necesidad de reformar la Ley Estatal de Salud del Estado de Chihuahua, que regule su radio de acción.

Una partera profesional es una persona que, habiendo ingresado de manera regular a un programa de educación en partería debidamente reconocido en el país en que está ubicado, ha terminado con éxito el curso prescrito de estudios en partería y ha adquirido las calificaciones que se exigen para obtener legalmente el registro y/o la certificación para ejercer la partería.

La partería es uno de los servicios de salud que se ejercen en México y está basado en la atención sexual, reproductiva, materna y neonatal

Además, un modelo de profesionalización reducirá los costos de los sistemas de salud y a mejorar la calidad integral de los servicios reproductivos, maternos y neonatales. La organización asegura que con parteras mejor preparadas se podrá liberar al sistema de salud para atención de otras necesidades.

El desarrollo de esta práctica tiene una larga historia en nuestro país, comenzando aproximadamente en 1820, cuando las parteras tradicionales contaban con un enorme prestigio y recursos terapéuticos naturales. Para 1833, nace la partería profesional con una cátedra de partería asociada con la carrera de Medicina y cirugía.

Ya en 1900, durante la década de los 60, son los médicos quienes atienden los partos en hospitales; en los 80, surge la iniciativa por una Maternidad Segura y continúan con la formación de parteras, aunque no se les da reconocimiento ni en capacidades clínicas ni en la sociedad.

Actualmente, el 96% de los partos en México es atendido en hospitales, provocando la saturación de los servicios o situaciones de violencia obstétrica y la medicalización excesiva durante el parto. México ocupa el 4° lugar mundial y el 2° en América Latina en tasa de cesáreas con un incremento del 50% durante los últimos 15 años.

Diversos países, han comenzado a mirar la importancia de formar parteras profesionales así́ como enfermeras obstétricas entre el personal capacitado para la atención obstétrica.

Es de mencionar que en México aún hay pocas plazas y escuelas que imparten esta especialidad, tales como la Escuela de Partería Profesional y la Universidad Autónoma de Guerrero. Esto, pese a que las y los egresados tienen derecho a laborar en el sistema de salud público. Actualmente 24 parteras profesionales se encuentran laborando en diferentes hospitales del sector público, en estados como: Chihuahua, San Luis Potosí, Tabasco, Guerrero, Colima, Puebla y Veracruz.

Otro tipo de parteras son las autónomas. Ellas se han formado por diferentes vías, incluso aquellas que son reconocidas por el Estado. Sin embargo, en cualquier caso, cuentan con una preparación de tres años o más.

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